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"alonsodeleon.eu" es la web personal de José Ramón Díaz Morales.

"Uno no es lo que es. Uno es lo que los otros piensan que es"

Alexis Ravelo. La última tumba

 

Natural de Puerto de Cabras, anterior denominación de la capital de la isla de Fuerteventura, hoy Puerto del Rosario, ha dedicado su vida profesional a trabajar en la banca, estando en la actualidad jubilado.

Al margen de los estudios cursados relativos a su formación profesional, en la UCM y en la UAH, ha cursado los diplomas que para los mayores de 55 años tiene establecidos la ULPGC, habiendo concluido los de Peritia et Doctrina, Estudios Canarios,  Estudios Europeos,  Estudios Africanos  y el Diploma de Estudios Latino Americanos.

Pertenece a algunas asociaciones  culturales,  de cooperación  al desarrollo y voluntariado,  siendo actualmente socio numerario de El Museo Canario,  Cruz Roja Española, Amnistía Internacional,  Asociación Cooperación y Desarrollo Canarias Africa "CODECAN", Amigos del Románico, Apadrina un Olivo,  Amigos del Museo del Prado,  Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canari, Fundación Santa María la Real de Patrimonio Histórico,  Educo,  Fundación Pasqual Maragall  y del Real Club Victoria, entidad que le ha concedido su Insignia de Plata.

Es socio fundador de las asociaciones Grupo Canario Caneda y El Real de las Tres Palmas.  Ha colaborado con el Centro Europeo de Estudios sobre Flujos Migratorios "CEMIGRAS"  y con la Asociación Támara para la defensa y protección de la palmera canaria "Phoenix Canariensis".

Ha colaborado en el proyecto "Voces y Ecos del Mediterráneo en el Atlántico" auspiciado por la Unión Europea, coordinado por la London Metropolitan University y dirigido en Las Palmas por la Dra. Margaret Hart. También fue ponente en el primer congreso sobre sostenibilidad de Lajedos (Cabo Verde)

¿Porqué las fotos que ilustran esta cabecera?

La primera industria de la que tuve conocimiento fue la panadería. En mi pueblo natal, Tesjuate, mi abuela elaboraba pan y con pocos años me encargaba de su reparto cada mañana antes de ir al coegio a los puntos de venta para lo que me valía de una burra, la cual no dejaba que me montase en ella... La llamabamos La Pulpa; creo que a su anterior dueño se le conocía por "el pulpo". Nunca supe porqué.

Los molinos de viento forman parte del paisaje de la isla de Fuerteventura desde antes de que se introdujeran las "máquinas", complejos y completos ingenios que mediante el vapor cumplían una doble función: extraer agua del pozo y mover las piedras de moler y así relegar  los molinos de viento al desuso, al abandono y al olvido.

¿Y la paloma? En aquellos tiempos, un buen caldo de pichón curaba todos los males. O casi todos. Y en casa teníamos un bien surtido palomar.

También esta página es un homenaje a los habitantes de aquella isla, los majoreros, tan árida como olvidada pero con una calidad humana que te obliga a volver una y otra vez.

Creo que una de las mejores descripciones de la isla y su gente la dejó escrita Don Miguel de Unamuno en 1924:

 

La mar piadosa con su espuma baña

las uñas de sus pies y la esquinada

camella rumia la aulaga ruda,

con sus cuatro patas colosal araña.

Pellas de gofio, pan en esqueleto,

forma a estos hombres -lo demás conduto-

y en este suelo de escorial, escueto,

arraigado a las piedras gris y enjuto,

como pasó el abuelo pasa el nieto

sin hojas, dando solo flor y fruto